Antaiji

Templo de Paz



A ti, quien no está satisfecho con su zazen
y
A ti, que has decidido ser monje zen
por
Uchiyama Kôshô Rôshi



A ti, quien no está satisfecho con su zazen


La práctica de shikantaza de Dogen Zenji es exactamente lo que mi maestro Sawaki Kodo Roshi llamaba “el zazen de sólo sentarse”. Para mi también, el verdadero zazen significa shikantaza – solo sentarse. No practicamos zazen para experimentar satori, para resolver un montón de koan o para recibir un certificado de transmisión del dharma. Zazen sólo significa sentarse.

Por otro lado, es un hecho que incluso entre los practicantes de la Escuela Soto Japonesa, que tiene su origen en Dogen Zenji, hay dudas sobre este zazen. Y para ilustrar sus dudas, citan frases de Dogen como:

“No he visitado muchos monasterios Zen. Simplemente, con mi maestro Tendo, en silencio comprobé que los ojos son horizontales y la nariz vertical. Ya no me puedo dejar engañar por nadie más. He vuelto a casa con las manos vacías”. (Eihei Koroku)

“Viajé por la China de la Dinastía Sung y visité maestros Zen por todo el país, estudié las cinco casas del Zen. Y finalmente encontré a mi maestro Nyojo en el pico de Taihaku, y el porqué de toda una vida de práctica se aclaró. La enorme tarea de toda una vida de práctica ha finalizado.” (Shobogenzo Bendowa)

Por eso dicen, “¿No dijo incluso Dogen Zenji que los ojos están horizontales y la nariz vertical, y que el porqué de toda una vida de práctica se aclaró? ¿Qué sentido tiene tan solo sentarse, para una persona corriente sin una pizca de satori?”

Recuerdo bien cargar con estas dudas yo mismo. Y no era el único, un número significativo de practicantes de Zen que se agolpaban alrededor de Sawaki Roshi dejaron el zazen de solo-sentarse para probar con el Zen kensho o el Zen koan. Así que entiendo bien esta duda.

Debemos saber que Sawaki Roshi tenía el carácter de un maestro Zen – como puedes imaginar. Era tan carismático que muchos, al conocerle por primera vez, se veían atraídos como el hierro al imán. Así que cuando el Roshi decía, “Zazen es bueno absolutamente para nada” (esta era la expresión que Sawaki Roshi utilizaba para el “zazen que está más allá de la ganancia y más allá del satori, mushotoku mushogo), ellos pensaban que era una simple frase hecha, pero que su práctica de zazen, en algún momento, sería buena para algo o para alguien. Yo creo que esto pensaban muchos que practicaban con Sawaki Roshi.

Quizás los que vivían fuera, que solo venían al templo para zazen o para las sesshin de vez en cuando no tenían estas dudas. Pero aquellos que renunciaban a su vida habitual para ser monjes, que practicaban intensivamente día tras día zazen, en la sangha de Sawaki Roshi, esta gente, tarde o temprano, empezaba a dudar sobre shikantaza.

La razón de esto es por mucho que te sientes, nunca estarás completamente satisfecho con tu zazen. “No estar completamente satisfecho” quiere decir que no te sientes como se siente tu estómago después de una gran comilona. Así que muchos jóvenes que se han dedicado, en cuerpo y alma, a la práctica de zazen, empiezan en algún punto a pensar si no estarán malgastando su juventud con este zazen que no les acaba de llenar del todo. Y muchos acaban dejándolo, diciendo: “¿no son incluso los antiguos discípulos, que han estado practicando zazen durante años, en realidad gente corriente? ¡Yo necesito satori!”

De esta forma mucha gente deja la práctica. Esta duda casi me llevó a mi también casi hasta el punto de abandonar, pero al final seguí a Sawaki Roshi durante 24 años hasta su muerte. Así que comprendo a los que tiene esta duda, pero también al final he entendido el significado del shikantaza del que Dogen Zenji habla. Por eso me gustaría ahora intentar jugar el papel de intérprete entre estos dos puntos de vista.

Cuando digo “intérprete”, no me refiero solo a que muchos practicantes de Zen no entienden las palabras de Dogen Zenji o de Sawaki Roshi, si no que también creo que, aunque Dogen Zenji y Sawaki Roshi comprenden las profundas dudas y problemas de los que practican shikantaza, sus palabras no siempre consiguen aclarar la raíz de las dudas y problemas. Por esto me permito intentar aquí presentar y comentar a mi manera las palabras de Dogen Zenji y Sawaki Roshi.

¿Qué quiere decir esta frase en realidad? Tomemos por ejemplo un pasaje del Eihei Koroku de Dogen Zenji:

“Con mi maestro Tendo Nyojo, simple y tranquilamente compruebo que los ojos son horizontales y la nariz es vertical. A partir de ahora, yo no puedo ser engañado por nadie. He vuelto a casa con las manos vacías”.

¿Qué tal leerlo de la siguiente forma?: “Tomando esta respiración en este momento, compruebo que estoy vivo”.

Puedo interpretar esto porque no leo el Shobogenzo como erudito del Budismo, preocupado únicamente por descifrar el laberinto de los caracteres chinos. Tampoco lo leo como un sectario para quien cada palabra es tan sagrada que la pone en un pedestal, como si fuera una lata de comida envasada que nunca se abrirá, y ante la cual se postra. En lugar de esto, lo leo con los ojos de una persona que busca la Vía, que le preocupa llegar hasta el final de una nueva forma de vida. Y creo que esto es exactamente lo que quiere decir “ver la mente según de las antiguas enseñanzas” o “estudiar la Vía de Buda significa estudiarse a uno mismo”.

Si leemos este fragmento de Dogen Zenji como el reflejo de nuestra vida completamente nueva, no nos quedaremos atascados en una sosa y estática interpretación. Nos daremos cuenta de que “los ojos son horizontales, y la nariz vertical” es el reflejo de la vida limpia y fresca que estamos viviendo, respirando esta respiración en este momento. Cuando leemos esto, vemos que Dogen Zenji no está hablando de ningún estado místico que se pueda experimentar durante zazen una vez que se ha conseguido el satori. Está hablando del hecho más obvio – de esta vida, aquí mismo.

Así mismo, al principio del Fukanzazengi de Dogen está escrito, “Originalmente la Vía es perfecta y está omnipresente, ¿cómo podría estar supeditada a la práctica o a la verificación? La verdad se revela a sí misma en todas partes, ¿por qué hacer un esfuerzo especial por alcanzarla?

En este mismo espíritu ¿qué significa el siguiente fragmento?: “Una diferencia, incluso del tamaño de un pelo, separa el Cielo de la Tierra. Si haces distinciones entre condiciones favorables y desfavorables, tu mente se perderá en la confusión”.

La vida en este momento es fresca, nueva y natural. Pero cuando pensamos sobre este hecho esencial como una idea en nuestra cabeza, nos estancaremos, forzándonos a entender, a encasillarlo según nuestras propias ideas. Cuando pensamos en “la frescura de la vida”, ya deja de ser fresca, ya no está viva. La frescura de la vida significa abrir la mano del pensamiento. Solo cuando hacemos esto, la vida puede ser fresca. Zazen es “abrir la mano del pensamiento”. Es la postura de abandonar y dejar pasar.

Me gustaría ahora decir algo sobre la práctica real de shikanaza. Sentarse en zazen no significa que no tengamos pensamientos. Surgen de todos los tipos. Pero cuando sigues estos pensamientos, deja de ser zazen. Simplemente estás pensando pero en la postura de zazen. Así que tienes que darte cuenta de que en este momento estás practicando zazen y no es el momento de estar pensando. Esto es corregir tu actitud, corregir tu postura, dejar que los pensamientos se vayan y volver a zazen. Esto se conoce como “despertarse de la distracción y la confusión”.

En otra ocasión puede que te sientas cansado. Entonces tendrás que recordarte a ti mismo que estás practicando zazen en este momento, y que no es momento para dormir. Esto es corregir tu actitud, corregir tu postura, abrir literalmente los ojos y volver a zazen. Esto se conoce como “despertarse del aburrimiento y el cansancio”.

Zazen significa despertar de la distracción y la confusión, del aburrimiento y el cansancio, despertarse a zazen billones de veces. El zazen de vivir esta vida fresca y natural sin artificios significa despertar la mente, y verificarlo a través de la práctica billones de veces. Esto es shikantaza.

Se dice que Dogen Zenji alcanzó satori dejando caer su cuerpo y mente (shin jin datsu raku), pero ¿qué quiere decir exactamente dejar caer cuerpo y mente? En Hokyoki podemos leer:

“El abad dijo: la práctica de zazen quiere decir dejar caer cuerpo y mente. Esto significa shikantaza – no es quemar incienso, postrarse, nembutsu (1), arrepentirse o leer los sutras.
Yo me incliné y pregunté: ¿Qué es dejar caer cuerpo y mente?
El abad respondió: dejar caer cuerpo y mente es zazen. Si simplemente practicas zazen, en ese momento eres libre de los cinco deseos y los cinco obstáculos desaparecen” (2).

Así que dejar caer o abandonar cuerpo y mente significa abrir la mano del pensamiento y volver a zazen billones de veces. Dejar el cuerpo y la mente no es ninguna experiencia especial ni misteriosa.

Solo este tipo de zazen hace posible “el buddha-dharma completo y verdadero”. También es conocido como “la puerta de entrada al buddha-dharma” (3).

Me gustaría comparar nuestra vida con sentarse al volante de un coche. Cuando estamos al volante, es peligroso quedarse dormido o conducir borracho. También es arriesgado estar pensando en las musarañas o estar nervioso o tenso. Sucede lo mismo cuando nos sentamos al volante de nuestra propia vida. La forma fundamental de conducir nuestra vida consiste en despertarse de la bruma y el sueño, del emborrachamiento y de las distracciones que traen e pensamiento y los nervios.

Zazen, de hecho, quiere decir poner en práctica estas cosas básicas de la vida. Podríamos llamarlo “ver el buddha-dharma completo” o “la puerta de entrada al buddha-dharma”. Por esto Dogen Zenji escribió “Recomendación Universal de Zazen” (Fukanzazengi), en la que explica la práctica de zazen.

“El cuerpo y mente de la Vía de Buda es hierba y árboles, piedras y tejas, viento y lluvia, fuego y agua. Observando y reconociendo todo ello como la Vía de Buda es el despertar el cuerpo-mente. Hazte con el vacío y úsalo para construir pagodas o budas. Saca el agua del valle para hacer budas y pagodas. Este es el significado del despertar la mente a una sabiduría única y competa y repetir cada pequeño despertar billones de veces. Esto es practicar la realización”. (Shobogenzo Hotsumujoshin).

Sería un gran error interpretar esto como una mera advertencia a los no-todavía-despiertos practicantes de Zen para que no descuiden su práctica. El despertar billones de veces la mente despierta no es más que la respiración viva de la vida vigorosa.

Algunas personas empiezan a practicar shikantaza pero en seguida lo abandonan al no sentirse plenos o porque se aburren. Abandonan porque solo entienden este despertar un billón de veces con la cabeza. Por eso piensan “¡Madre mía! ¿Tengo que despertar la mente un billón de veces? ¡Yo lo que necesito es satori! ¡Si me doy prisa y alcanzo un gran satori, me puedo saltar el billón de veces!”

Es como si al nacer nos dijeran: “a partir de ahora tienes que respirar, durante toda tu vida, esta misma respiración, una y otra vez, en cada momento. Tienes que inspirar y expirar billones de veces”. ¿Qué diría el bebé?: “¡Puf! Tengo que lograr el billón de respiraciones pero de una sola vez con una única y gran respiración”.

Por mucho que lo intentáramos, sería del todo imposible.

Por eso es por lo que en el Hotsumujoshin va más allá: “Algunas personas creen que, si bien la práctica es interminable, el despertar sucede una única vez y que después ya no hay más despertar de la mente. Una persona así no escucha el buddha-dharma, no conoce el buddha-dharma, nunca se ha encontrado con el buddha-dharma”.

La gente que trata de alcanzar un gran satori no acepta que tiene que vivir su vida con todo su frescor y vigor. Incluso en térmicos estrictamente biológicos, sólo podemos vivir si respiramos en cada momento. La vida significa respirar esta respiración en cada momento. Al tratarse de vivir esta vida fresca, no basta con pensar la vida con la cabeza. Debemos de aceptarla como la vida vigorosa que es. Sólo de estar forma podremos descubrir una actitud y una postura que sean verdaderamente frescas y vigorosas.

Esto es lo que significa “el porqué de toda una vida de práctica que ha llegado ahora hasta el final”. Y al mismo tiempo es aquí donde comienza la práctica real de shikantaza. Lo llamamos “la unión de práctica y realización” o “la práctica en base a la realización”.


1: Repetición del nombre del Buda Amida (Amitabha), práctica de la secta Tierra Pura.
2: Los cinco deseos son los cinco objetos de los cinco sentidos. Los cinco obstáculos son ansiedad por satisfacer los sentidos, enfado, indolencia, aburrimiento o sueño, agitación y duda.
3: Ambas son expresiones del Bendowa de Dogen Zenji.


A ti, que has decidido ser monje zen


El lema para sobrevivir en este mundo es: ¡come o serás comido! Mira, si has decidido ser monje porque piensas que la vida es demasiado dura y amarga y prefieres vivir de las donaciones de la gente mientras bebes té – si quieres hacerte monje solo para ganarte la vida, entonces, las palabras que vienen a continuación no son para ti. Si continúas leyendo, has de saber que estas palabras están dirigidas a quienes, tras cuestionarse su vida, han despertado su mente para practicar la Vía de Buda y deciden hacerse monjes.

Para alguien que ha despertado su mente y aspira a practicar la Vía, lo primero y más importante es encontrar un buen maestro y un buen lugar para la práctica. Antiguamente, los monjes practicantes se ponían sus sombreros y sandalias de paja y viajaban por todo el país en busca de un buen maestro y un lugar para practicar. Hoy en día es más fácil encontrar información y decidirse por el maestro y la comunidad adecuadas para cada uno.

Tampoco debes olvidar que practicar la Vía de Buda significa dejar de lado al “yo” y practicar el no-egocentrismo. Dejar de aferrarse al yo y practicar el no-egocentrismo es olvidarse de la regla de medir que siempre llevamos en el cerebro. Por eso tenemos que seguir las enseñanzas del maestro y las reglas del lugar al cual hemos decidido ser leales, sin preferencias individuales o juicios sobre lo que es bueno o malo. Es importante, primero, sentarse silenciosamente en un lugar por lo menos durante diez años.

Si, por otro lado, empiezas a juzgar lo bueno y lo malo de tu maestro o del lugar donde practicas antes de que pasen estos primeros diez años, y empiezas a pensar que igual hay algún otro maestro o lugares mejores y te vas a buscarlos – entonces solo estás haciendo caso a la regla de medir de tu ego, que no tiene nada que ver con la práctica de la Vía de Buda.

Desde el principio tienes que tener claro que tu maestro es perfecto: un maestro es simplemente un ser humano. Lo que es importante es tu propia práctica, que ha de consistir en seguir a tu maestro imperfecto lo más perfectamente posible. Si sigues a tu maestro de esta forma, entonces esta práctica es la base para seguirte a ti mismo. Por eso Dogen dice:

Seguir la Vía de Buda significa seguirte a ti mismo. (Genjo Koan)

Seguir al maestro, seguir los sutras – todo esto significa seguirse a uno mismo. Lo sutras son una expresión de ti mismo. El maestro es TU maestro. Cuando viajas a lo largo y ancho para encontrar maestros, quiere decir que viajas a lo largo y ancho para encontrarte a ti mismo. Cuando arrancas cien malas hierbas, estás arrancándote a ti mismo cien veces. Cuando trepas diez mil árboles, te estás trepando a ti mismo diez mil veces. Entiende que cuando practicas de esta forma, te estás practicando a ti mismo. Practicando y entendiendo esto, dejarás de aferrarte a ti mismo y podrás conocerte por primera vez. (Gizo-zanmai)

A menudo se dice que para practicar Zen es importante encontrar un maestro – pero en primer lugar ¿quién decide quien es un buen maestro? ¿No tomas esa decisión con la regla de medir de tus pensamientos (es decir: tu ego)? Mientras busques al maestro fuera de tu propia práctica, sólo agrandarás tu propio ego. El maestro no existe fuera de ti mismo: tu práctica de zazen, donde el yo llega a ser el yo, es el maestro. Esto decir, zazen sin realmente aferrarte a tus pensamientos.

¿Quiere esto decir que puedes practicar zazen tú solo sin ningún maestro? No, en realidad no. El mismo Dogen Zenji dice en el Gizo-zanmai, a continuación de la cita anterior:

Cuando aprendes que puedes conocerte a ti mismo y despertarte a ti mismo por tus propios medios, puede que llegues a la conclusión de que deberías practicar solo, hacer todo tu mismo, sin tener un maestro que te señale el camino. Es un gran error. Pensar que puedes liberarte a ti mismo sin maestro es una herejía que se remonta a la escuela de filosofía naturalista de la India.

Cuando practicas tú solo, sin un maestro, terminarás haciendo cualquier cosa que se te ocurra. Pero eso no tiene nada que ver con la práctica del budismo. Después de todo y en primer lugar, es absolutamente necesario encontrar un buen maestro y seguirle. Afortunadamente, todavía hay maestros en Japón que transmiten el Buddha-Dharma correctamente a través de la práctica de zazen. Sigue a ese maestro sin quejarte y siéntate durante al menos diez años. Después de estos diez años, siéntate otros diez años. Y después de estos 20 años, siéntate de nuevo durante diez años más – Si te sientas así durante treinta años, llegarás a un buen lugar desde donde contemplar el paisaje de zazen – y por tanto también, el paisaje de tu propia vida. Desde luego, esto no quiere decir que en ese punto termina tu práctica – la práctica siempre dura toda la vida.


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